El jefe ejecutivo de la segunda cadena de hamburguesas, John Chidsey, explicó que es necesario remodelar el 85% de los más de 7.200 locales de la compañía en Estados Unidos.
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Una vez que 3G Capital finalice la compra de Burger King Holdings Inc., el fondo de inversiones con apoyo brasileño y los franquiciados de la cadena de comida rápida pueden encarar un gasto de US$3.000 millones para renovar restaurantes viejos en Estados Unidos.
El mes pasado, el jefe ejecutivo John Chidsey dijo a los analistas que es necesario remodelar el 85% de los más de 7.200 locales de Burger King en Estados Unidos. Modernizar los establecimientos con el nuevo diseño “20/20” de la compañía costará unos US$500.000 por local, dijo Chidsey en junio, y algunos costarán hasta US$1,1 millones. Eso podría elevar el costo por encima de los US$3.000 millones.
“La imagen es de hace veinte años”, dijo Charles Fallon, director general de la división norteamericana de Burger King, en una entrevista telefónica. “Estamos trabajando duro en lograr que el elemento económico dé resultado”.
Entre los diseños de Burger King que se siguen usando hay uno de 1999 que comprende el uso de sillas de metal y reservados de color azul. Esto contrasta con los restaurantes recién remodelados de McDonald’s Corp. que tienen iluminación tenue, banquetas acojinadas y música de bossa nova tocada por altavoces en el techo.
“McDonald’s es más inspirador”, dijo Joyce Jacaruso Castillo, de 69 años, al salir de un local renovado de McDonald’s de tres plantas en la Sexta Avenida de Nueva York. “Burger King es tan aburrido”.
Persuadir a los franquiciados de que se deshagan de esa imagen “aburrida” puede no ser fácil. El descenso de las ventas en la segunda mayor cadena de hamburgueserías del mundo ha hecho que muchos dueños de locales estén reacios a gastar en renovaciones, dijo Steve Lewis, que posee 36 locales cerca de Filadelfia, en una entrevista telefónica.